Febrero
ha sido un mes de activa inactividad, no hubo viajes ni otra cosa más
allá de unas escasas visitas a la ciudad y la asistencia a una
función de teatro. Mi moto está en el taller desde el mes pasado
hasta hoy 11 de Marzo, hubo que esperar la llegada de unos repuestos
desde el exterior que felizmente ya llegaron lo que hace suponer que
pronto estará en servicio nuevamente.
Me
declaro un "rara avis", no me gusta el sol ni la playa por
lo que los meses de verano son los menos activos puertas afuera para
mí, suelo dedicar ese tiempo a leer o a alguna otra actividad
relacionada con el intelecto. En esta oportunidad me he dedicado a
mejorar un poco mi modesto nivel de ajedrez y le he dedicado mucho
tiempo a este juego que me ha obligado a sacudir un poco la herrumbre
del cerebro, de allí lo de "activa inactividad".
El
ajedrez es, a partir de cierto nivel, un juego bastante exigente,
sobre todo para quienes como yo no poseen un talento natural para el
mismo. La práctica requiere una gran concentración y eso obliga a
abstraerse de otras cuestiones penosas y preocupantes que abundan
por estos tiempos. Con tanto odio, rencor, violencia, miedo y
aflicción existentes en este momento en este mundo, en este país y
en esta provincia ha sido preciso para mí retirarme a mi propia
Castalia y sumergirme en mi propio juego de abalorios.
Seguiré
jugando otro tiempo, sumergido cual el magister ludi de Hesse
en el mundo del intelecto y la meditación hasta que los vientos
cambien, al menos un poco.
Mestre das palavras. Como é bom ler o que escreves!
ResponderEliminarGracias querida amiga, ruego que te encuentres bien . Un abrazo a la distancia.
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