domingo, 29 de enero de 2017


Las mañanas de domingo en mi barrio son tranquilas y silenciosas, los trasnochadores del sábado se levantan tarde y los madrugadores de la semana no pasan en este día. Suelo aprovechar estos ratos de calma para estar en mi jardín viendo a pájaros e insectos ir de aquí para allá y también para pisar descalzo el pasto húmedo mientras me ocupo de mis flores. Hoy encontré esta pequeña rosa que posó para mi con todo su rojo esplendor.

1 comentario: