lunes, 23 de enero de 2017


Don Worth fue un fotógrafo que se desempeñó como asistente nada menos que de Ansel Adams. Lo que me atrae de su trabajo, además de la calidad del mismo claro, es que gran parte de esa producción fotográfica fue realizada en un pequeño jardín de su propia quinta fotografiando sus plantas. Worth ha demostrado en mi opinión que para hacer buenas fotos no es necesario viajar lejos ni descubrir paisajes bellos o cosas extraordinarias. En estos días he tratado de emular a este creativo fotógrafo, no en la calidad sino en la intención de rescatar la belleza que está a nuestro alrededor y que a menudo pasa desapercibida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario