Ha llegado el otoño,
con sus soles tibios y sus vientos tranquilos,
con sus calles solitarias tapizadas de hojas color ocre.
Es tiempo de equilibrio, de paz, de calma,
de una taza de café junto a la ventana empañada,
de las manos en los bolsillos del abrigo,
de las bufandas, de los libros.
Las flores regresan a la tierra y las aves al norte,
dejándonos promesas de renacimientos y retornos.
Ha llegado otro otoño, doy gracias por ello.
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