- 07/03/19
IDA, PUERTO MADRYN – VILLA LA ANGOSTURA.
Andábamos
con ganas de hacer algún viaje más o menos largo como para dar inicio a la
temporada 2019, antes de que comiencen los días fríos acá en la Patagonia. Como
hacía un tiempo que queríamos hacer la ruta de los siete lagos comenzamos a
planear algún recorrido que pudiésemos hacer en una semana o menos. Finalmente
nos decidimos por tomar la ruta 3 hacia el norte, luego la 23 hacia el oeste la
que nos depositaría en Dina Huapi justo en el cruce con la ruta 40 y desde allí
planear los recorridos por la zona de los lagos.
Según
ese plan el día Jueves 7 de Marzo bien temprano partimos desde Puerto Madryn Esteban,
Edgardo y yo a bordo de nuestras motocicletas con la intención de hacer unos
900 km en ese primer día de viaje, sería algo cansador pero nos dejaba más
tiempo para disfrutar de la comarca andina. La salida del sol nos sorprendió en
la ruta mientras un suave viento de cola nos ayudaba a marchar a buen ritmo.
Disfruté mucho de esa hora mágica en la que las primeras luces del día dejan
apenas sospechar el paisaje más allá del haz de nuestros faros. Desayunamos y
cargamos combustible en Sierra Grande y seguimos hasta el cruce con la ruta 23,
allí tomamos rumbo Oeste hasta la localidad de Valcheta donde volvimos a
repostar. El viento comenzó a soplar fuerte desde el Oeste así que lo teníamos
justo de frente, fuimos pechando el viento y la subida pues al marchar hacia la
cordillera íbamos ganando altura a medida que avanzábamos, al menos yo con los
42 Hp de mi KLR en muchos tramos no podía ir a más de 110 km/h. Teníamos como
ventaja el buen estado del asfalto y el poco tránsito de vehículos, eso nos
permitía mantener un buen promedio.
Después del mediodía llegamos a Ingeniero
Jacobacci luego de repostar en Los Menucos. Allí, mientras esperábamos para
cargar combustible, el caballete central de la moto de Edgardo se desprendió y
cayó al piso, de haber ocurrido mientras rodábamos seguramente habría tenido
consecuencias serias. Luego de cargar combustible y comer algo liviano partimos
para encarar el tramo más difícil pues de los 180 km que hay hasta el cruce con
la ruta 40 al menos 100 son de ripio. El camino que está en obras alternaba
asfalto y ripio, en los tramos sin asfaltar los camiones levantaban mucho polvo
lo que dificultaba la visión y si bien el suelo estaba bastante firme la marcha
se hacía un tanto movida debido a las irregularidades del piso y a las piedras.
Finalmente llegamos a Dina Huapi donde además de cargar combustible lubricamos
las cadenas y revisamos las motos. En mi caso perdí un bulón de la brida de
sujeción del caño de escape, además se rompió una pata del anclaje del valijón
derecho. Edgardo perdió 3 de los cuatro bulones del chapón cubre carter y un
bulón del guarda cadenas, Esteban no acusó ninguna avería.
Cerca
de las 17 horas estábamos listos para hacer el último tramo, éste mucho más
corto, hasta Villa la Angostura distante unos 70 km, lugar que sería nuestra
base y en el que pensábamos alojar un par de días. Llegamos alrededor de las 18
hs y apenas nos detuvimos con la intención de consultar sobre posibles
hospedajes se nos acerca una persona ofreciéndonos una cabaña a tres cuadras de
donde estábamos. Fuimos a verla, nos gustó y nos quedamos.
Fue
una jornada larga, un total de 900 km, luego de un baño reparador para sacarnos
el polvo del camino fuimos a comer, charlamos sobre las circunstancia del día y
cerca de la medianoche finalmente nos entregamos al merecido descanso.
- 08/03/19
CAMINO DE LOS SIETE LAGOS.
Mis
compañeros se quedaron adheridos a las sábanas, la jornada de ayer los agotó,
se levantaron cerca de las 10 de la mañana. Nos equipamos, preparamos las motos
y salimos para desayunar y luego continuar hasta San Martin de los Andes por el
famoso camino de los siete lagos. Es un camino típico de montaña con muchas
curvas y contracurvas, entretenido y divertido para recorrerlo en moto aunque
hay que conducir con mucho cuidado pues aún en Marzo, con poca gente, siempre
se encuentra a quien maneja como si fuera solo en la ruta sin respetar a los
otros conductores y menos si estos son motociclistas. En los 108 km de
recorrido se pueden observar los siete lagos: Correntoso, Espejo, Escondido, Villarino,
Falkner, Machónico y Lácar, a orillas de este último está la bella ciudad de
San Martin de Los Andes lugar al que arribamos alrededor de las 14 hs para
disfrutar de un almuerzo tardío y un breve recorrido por sus calles. De regreso
fuimos deteniéndonos en miradores y rincones para tomar algunas fotos y
disfrutar del paisaje con más detenimiento.
Click aquí para ver: Vista "A vuelo de pájaro" del camino de los 7 lagos.
Click aquí para ver: Vista "A vuelo de pájaro" del camino de los 7 lagos.
- 09/03/19
HACIA EL SUR.
Tampoco
se madrugó hoy, dos tercios del grupo encuentran irresistible permanecer en la
cama por las mañanas, yo tengo el hábito de levantarme temprano así que más o
menos en silencio para no perturbar demasiado a los dormilones me levanto y
comienzo a acomodar mis ropas y equipo. A las 10 se levantó el resto de los
viajeros y comenzamos a organizar la jornada. La idea fue desayunar y luego
partir hacia la ciudad de Esquel distante unos 370 km. Así lo hicimos, al
mediodía recorríamos la ruta 40 hacia el sur, bordeamos el hermoso lago Nahuel
Huapi, cruzamos la ciudad de Bariloche y continuamos hacia el sur. Paramos a
almorzar en El Bolsón, una pintoresca localidad con una idiosincrasia muy
particular, Edgardo y Esteban recorrieron la feria de artesanos y compraron
algunos recuerdos, luego del almuerzo continuamos viaje. En este último tramo y
casi llegando a Esquel tuve que hacer un breve cross country, en una curva
bastante cerrada me encontré con un pozo, no sé qué fue lo que sucedió pero al
pisar el pozo la moto cambió de trayectoria hacia fuera de la curva, como venía
doblando muy pegado al borde externo en cuestión de nada me encontraba en la
banquina. La curva se cerraba más y el piso de ripio de la banquina no hacía
posible que acostara la moto para doblar pues lo más seguro es que terminara en
el piso, como se veía un buen trecho de terreno bastante despejado más allá de
la banquina enderecé la moto y fuimos al campo, manubrio recto y firme como
manda el manual, levantamos un poco de polvo, dimos unos saltos en algunos
montículos pequeños de tierra suelta y finalmente nos detuvimos. Pero no habría
de tenerlas todas conmigo, cuando ya estaba la moto detenida se inclinó hacia
la izquierda donde el terreno era más bajo, no pude afirmar mi pié en el suelo
y en cámara lenta fuimos moto y jinete al piso, tierra suelta y blanda, caída
suave, de modo que lo único lastimado fue el orgullo. Como llevo valijones y
tengo instaladas las defensas no hubo daño a los plásticos ni a ninguna otra
parte, ni siquiera se desalinearon los espejos. Hubo suerte esta vez.
Ya
en Esquel encontramos una cómoda y amplia cabaña, nos instalamos y luego de
bañarnos y descansar un poco fuimos a comer. Durante la cena programamos la
jornada siguiente, saldríamos temprano (pude convencer al resto de la imperiosa
necesidad de levantarnos a las 8:00 al menos) para recorrer los casi 700 km que
nos separaban de Puerto Madryn. Poco después de la medianoche estábamos
descansando.
- 10/03/19
RUMBO AL MAR.
A
las 7:45 y haciendo el mayor ruido posible me levanté, a las 8 y unos minutos
se levantaron mis compañeros. Armamos las motos y nos acercamos a la estación
de servicio para desayunar y completar los tanques antes de salir. Poco después
de las 9 salimos rumbo al este, la localidad de Tecka sería nuestra próxima
parada. El tramo de ruta entre Esquel y Tecka es muy lindo, el asfalto está en
óptimas condiciones y el paisaje es muy agradable. Después de repostar
continuamos viaje, todo anunciaba una travesía normal pero apenas recorridos 50
km veo que la moto de Esteban larga dos bocanadas de humo negro por el escape y
comienza a detenerse, paramos al costado del camino y comprobamos que la moto
no encendía, verificamos el circuito de combustible y estaba normal pero no
había chispas en las bujías, un problema de encendido imposible de detectar o
solucionar en la ruta con nuestras herramientas para emergencias. Como no había
señal de celular Edgardo se volvió 50 km hasta Tecka y llamó al
Auxilio-remolque, por ser un día Domingo sabíamos que la espera iba a ser larga.
Todos tenemos cobertura de la empresa “Moto Auxilio 24” pero nunca habíamos
utilizado el servicio por lo que ignorábamos la calidad de la respuesta ante
una demanda. Esperamos un par de horas hasta que a las 14:30 regresó Edgardo
para avisarnos que el remolque estaba coordinado, vendrían alrededor de las
16:00, cargarían la moto, alojarían a Esteban en un hotel de la localidad de
San Martin y al día siguiente continuarían para Puerto Madryn. Sólo nos restaba
esperar, Edgardo siguió viaje, por razones de trabajo debía estar el día lunes
en la oficina. En un paisaje desolado en el que lo único que se erigía a más de
50 cm del piso era un cartel de “Máxima 80” , bajo un sol sin nubes y un viento
norte que no dejaba de soplar nos acomodamos para la larga espera. A las 17:15,
cuando el remolque llevaba más de una hora de atraso decidimos que iría hasta
Tecka para llamar a la asistencia e informarme, si no podían asegurarnos el
remolque antes del anochecer buscaría algún transporte que pudiera trasladar la
moto hasta la mencionada localidad para pasar allí la noche. Arranqué, en la
cima de la cuesta en la que vería por última vez la moto averiada miro por el
espejo retrovisor y veo un vehículo blanco acercarse al lugar donde estábamos,
otra de las tantas camionetas que pasaron durante el día pensé, igualmente
cabía la esperanza de que fuera el remolque, como ya había descendido del otro
lado de la cuesta no los podía ver de modo que aminoré la velocidad, en caso de
que no sea el remolque me va a pasar pronto y si no me pasa regreso. Como en un
par de minutos a marcha lenta no pasó ningún vehículo di media vuelta y
regresé, apenas alcancé la cima de la cuesta vi las luces ámbar del remolque al
lado de la moto averiada de Esteban lo que me causó gran alegría. Una vez
subida la moto al remolque y ya seguro de que mi compañero sería trasladado en
el mismo camión al hotel reemprendí el viaje, esta vez solo.
Mi
plan era llegar hasta la localidad de Los Altares y hacer noche allí, el tramo
de ruta que va de Paso de Indios hasta Las Plumas está muy deteriorado y es
conveniente transitarlo con luz diurna. Al atardecer llegué a Los Altares, me
instalé en un dormi que tenía los básico, cama y ducha caliente, era todo lo
que necesitaba además de una buena comida después de ese largo día. Luego de
ducharme y acomodar el equipo fui a comer al Comedor Emanuel, un lugar sencillo
pero con excelente atención, disfrute de una comida simple y exquisita servida
por personas amables.
- 11/03/19
TRAMO FINAL.
Al
día siguiente, luego de una buena noche de descanso, me levanté temprano y
luego de cargar el equipo a la moto fui hasta la estación de servicios a
desayunar, allí me encontré con una pareja de moteros un poco mayores que yo, viajaban
en una chopper hacia Esquel, nos pusimos a charlar y se nos fue el tiempo, es
que esas charlas con camaradas en el camino se disfrutan mucho. Este tramo
debía hacerlo despacio dado el estado del camino que hasta Las Plumas estaba
deteriorado, con muchos baches algunos bastante profundos y con un tramo de
ripio de unos 15 km en donde la cinta asfáltica está siendo reparada. Además
quería cuidar el combustible pues la próxima estación de servicio me quedaba a
250 km.
Este
tramo del camino es muy conocido por mí, con Analía, mi esposa, lo hemos hecho
muchas veces, en automóvil e incluso una vez en bicicleta, pero no por ser
conocido lo disfruto menos. Me dio mucho placer esta vez recorrerlo en mi moto,
solo acompañado por mis pensamientos.
A
las 14:15 llegué a Puerto Madryn, mi ciudad.
En San Martín de los Andes.
Edgardo y Esteban.
A orillas del lago Traful.
Esteban y yo en Bahía Manzano.
Camino de los lagos.
Rodando hacia Bariloche.
Allá adelante, los amigos.
Esperando el auxilio para Esteban, en el medio de la nada.
Cruzando la meseta.
Cerca de Paso de Indios.
Cañadón Carbón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario