lunes, 24 de septiembre de 2018

Dique Ameghino.

Salida de primavera.

Este año 2018 el equinoccio de primavera para el hemisferio sur tuvo lugar el día 22 de Septiembre. Como correspondía con un día sábado fue una buena oportunidad para festejar el hecho con una salida con nuestras motos. Edgardo no podía viajar por cuestiones del trabajo de modo que fuimos de la partida Esteban y yo. Elegimos la villa Dique Ameghino distante unos 180 km de Puerto Madryn por ser un lugar tranquilo y muy hermoso.

Partimos al mediodía del sábado y luego de un poco más de dos horas de disfrutar las rutas y las motos llegamos a destino. La villa estaba desierta, muy pocas personas y ningún visitante salvo nosotros, es que el clima estaba bastante feo, nublado y con algunas lluvias intermitentes. Nos alojamos en una modesta pero confortable cabaña en el camping "Valle Verde" en el que también éramos los únicos visitantes. Luego de instalarnos salimos a dar una recorrida por el pueblito y por las orillas del Río Chubut para luego ir a comprar algo de cena. Tampoco fue fácil conseguir comida, casi todos los negocios estaban cerrados y el único que encontramos abierto no tenía demasiadas opciones que ofrecer, terminamos comprando algunos chorizos, unas morcillas, pan y queso además de un poco de vino.

El tiempo seguía feo así que a las 6 de la tarde preparamos una picadita de fiambre (no habíamos almorzado ni merendado) y nos sentamos a disfrutar de nuestras habituales charlas que normalmente van del esoterismo a la física cuántica pasando por la historia y la astronomía. Arreglando y desarreglando el mundo y el universo mientras se degusta algún vino tinto el tiempo pasa volando. Asamos los chorizos y las morcillas pero el primero no tenía reservada una sorpresa, no eran de vaca ni mucho menos de cerdo, era una carne de sabor fuerte que al final identificamos como carne de capón, no pudimos comerlos.

Dimos cuenta del fiambre que quedaba y de las morcillas que estaban buenas mientras hablábamos de motos y futuros viajes. A las 2 am cerramos la jornada y nos fuimos a descansar.

El domingo nos levantamos a las 9:00, seguía nublado y con un poco de lluvia. Desayunamos, armamos las motos y a las 10:00 partimos de regreso, una lluvia muy suave nos acompañó hasta la salida de la villa, ya en la ruta 3 encontramos un día que si bien nublado estaba muy lindo para viajar. Nuevamente a disfrutar del camino y de las motos, dimos una vuelta por Gaiman y desde allí directo a casa. 

Para cerrar el fin de semana mi querida esposa me esperaba con una torta recién horneada la que degustamos con unos exquisitos mates amargos.

Ha sido sin dudas un estupendo fin de semana.







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